Las mujeres iraníes prosiguen sus rebeliones cotidianas

Hace unos meses escribimos a propósito del proceso de cambio social que se vive en el Irán de Hassan Rohani, una revolución tranquila que están protagonizando las mujeres (sobre todo las más jóvenes). Entonces nos referíamos a un vídeo grabado por un grupo de chicos, que decidieron interpretar la canción Happy, de Pharrell Williams, en las calles de la capital iraní.

La detención y condena de aquellos chavales desató una oleada de apoyo fuera de Irán pero también dentro del país, donde se repitieron grabaciones parecidas (en muchas de ellas tapando los rostros de los protagonistas para no ser identificados). No importa. Desde entonces, se sucede la grabación y difusión de vídeos en los que se combinan tres circunstancias: El cuestionamiento de las reglas de vestimenta (con el gesto simbólico de prescindir del hiyab y enseñar en cabello); la presencia del baile en la esfera pública; y el papel que juega la música -tanto autóctona como extranjera- en la difusión de estas rebeliones cotidianas.

En los últimos días, a través de la página de Facebook Stealthy Freedom se han difundido algunas de las últimas muestras de que las cosas pugnan por cambiar en ciudades como Teherán, donde un vagón de metro se convierte en el lugar elegido por una chica para ejecutar unos pasos de baile en mitad del estupor del resto de viajeras [evidentemente, este vídeo se filmó en el vagón ocupado sólo por las mujeres]:

En otro vídeo, que se puede ver en el grupo de Facebook My Seatlhy Freedom, una mujer, vestida a la manera islámica, interpreta una canción en lo que parece un pasillo de un centro comercial, un hecho insólito si se tiene en cuenta que las mujeres no pueden cantar en público. Lo curioso es que, según se aprecia en el vídeo, las personas que rodean a la mujer no sólo acompañan su cántico con las palmas, sino que le dedica un aplauso cuando concluye su interpretación y abandona el banco en el que estaba sentada:

En otros, mujeres, sobre todo jóvenes, se graban desde sus casas en protesta por la decisión de algunos diputados de demandar a Rohaní que actúe contra las mujeres que, según sus estandartes morales, comenten sacrilegio al cantar en público:

Irán afronta estos días la última fase de las negociaciones con el Grupo 5 + 1 (China, EEUU, Rusia, Francia, Reino Unido y Alemania) con el objetivo de limitar su programa nuclear, que estaría limitado a actividades civiles durante al menos un año. Los países que negocian se han dado de plazo hasta junio de 2015 para llegar a un acuerdo definitivo: «La extensión (de las negociaciones, pactada esta semana en Viena) es hasta el 30 de junio, pero hay un compromiso claro para aprovechar el impulso actual y lograr un acuerdo mucho antes», según fuentes diplomáticas de la UE citados por EFE.

Este acuerdo es fundamental para impulsar el propio crecimiento del país [Rohaní explicitó: «Hoy nadie en el mundo duda de que Irán deba tener tecnología nuclear incluido el enriquecimiento en su propio suelo y nadie duda de que las sanciones se deben eliminar»] y como condición para levantar el embargo que rige sobre la exportación de crudo de Irán, que ha redescubierto su potencial como destino turístico tras una política de aislamiento que arrancó con la Revolución islámica liderada por Jomeini.

Acerca de llegalaultima

Politóloga y periodista en transición
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